El cambio de titularidad de los contratos y otros trámites obligados tras el fallecimiento, como por ejemplo: la revisión del testamento, el reparto de la herencia, el pago de cualquier tipo de alquiler, la revisión de documentos del fallecido, contratos de seguros, etc, deben hacerse respetando el luto de la familia con extremada exquisitez, prudencia y pesar.
En estos momentos, ponerse de inmediato en manos de un profesional serio y de confianza no es menospreciar la situación de luto que vive la familia, sino garantizar los resultados de toda una vida de trabajo en común.
Por eso te aconsejamos un abogado especialista y profesional para que guíe a la familia en estos momentos tan difíciles.